En diciembre de 1997, mis abuelos maternos, Joseph y Concetta Delisi, estaban en un vuelo de American Airlines de Nueva York a Los Angeles, para visitar a mi familia durante la navidad.
A las dos horas de vuelo, mi abuela cayó (literalmente) enferma. Lo que comenzó como un dolor de estómago, acabó con mi abuela desmayada y temblorosa en el pasillo.
Cuando volvió en si, miró hacia arriba y junto a mi abuelo, estaba cogiendola de la mano Michael Jackson.
'¿Está usted bien?' preguntóo MJ, con su voz delicada.
Ayudóa a mi abuela a ponerse en pie e invitó a mis abuelos a acompañarles en primera clase. Ellos aceptaron.
Mientras mi abuela descansaba, mi abuelo disfrutaba del servicio de primera clase y charlaba con Jackson. Hablaron de la familia, la comida y de Italia (los temas favoritos de mi abuelo).
Al aterrizar, Michael se ofreció para llevar a mis abuelos desde el aeropuerto hasta casa de mi familia en el valle. Ellos aceptaron una vez más.
Llevaron a mi abuela en silla de ruedas por el aeropuerto hacia la limusina de MJ, pero en un intento de esquivar a los paparazzi, la seguridad de Michael se vió forzada a hacer tres cambios de limusina.
Una vez arreglado y conduciendo por la 405N, Michael puso una de sus películas favoritas en aquellos tiempos, "Men in black" y la vieron juntos.
Una vez llegaron a la casa de mi infancia, mamá abrió la puerta y descubrió a mis abuelos de pie en la entrada, con Michael Jackson tras ellos sujetando sus maletas.
MJ entró en casa, dejó las bolsas y se quedó de pie ante el arbol de navidad. Se quedó enamorado de la belleza y el "espíritu familiar" de la casa.
Mi madre, increíblemente impactada, no pensó en coger una cámara para documentar el evento, en su lugar invitó a Michael Jackson a volver para la fiesta de navidad. Él declinó educadamente, volvió a su limusina, y partió hacia Neverland Ranch.
Aunque nunca se tomó una foto, dejó un gran recuerdo en nuestra familia, un recuerdo que nos mostró el corazón de Michael Jackson y su genuina amabilidad.
Oh, y este es el menú de primera clase que firmó en el avión:
Real story of someone who lived it real experience: you make your hair stand on end ...
Michael jackson saved my grandmother
In December 1997, my maternal grandparents, Joseph and Concetta Delisi, were in an American Airlines flight from New York to Los Angeles to visit my family for Christmas.
A two-hour flight, my grandmother fell (literally) sick. What started off as a stomachache, my grandmother ended fainting and trembling in the corridor.
When he regained consciousness, looked up and with my grandfather, taking her hand was Michael Jackson.
'Are you okay? " preguntóo MJ, with his delicate voice.
Ayudóa my grandmother to get up and invited my grandparents to accompany them in first class. They accepted.
While resting my grandmother, my grandfather enjoyed first class service and talked with Jackson. They talked about family, food and Italy (my grandfather's favorite subjects.)
Upon landing, Michael offered to take my grandparents from the airport to my family home in the valley. They agreed again.
Took my grandmother in a wheelchair through the airport limousine to the MJ, but in an attempt to dodge the paparazzi, safety Michael was forced to make three changes limousine.
Once arranged and conducted by the 405N, Michael put one of your favorite movies in those days, "Men in Black" and saw them together.
Once arrived at the house of my childhood, Mom opened the door and saw my grandparents standing in the doorway, with Michael Jackson holding his luggage behind them.
MJ entered the house, left the bags and stood in front of the Christmas tree. He remained in love with the beauty and the "family spirit" of the house.
My mother, incredibly shocked, did not think about taking a camera to document the event, instead invited Michael Jackson to return to the Christmas party. He politely declined, returned to his limousine, and left for Neverland Ranch.
Although he never took a photo, left a great memory in our family, a reminder that we showed the heart of Michael Jackson and his genuine kindness.
Oh, and this is the first class menu signed on the plane.
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